Antonio Arana
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El informe pericial de guarda y custodia, tiene como requisito la valoración de todo el grupo familiar, es decir, ambos progenitores y menores. En el caso de que la otra parte no quiera participar en la evaluación, se puede optar por un informe pericial que acrediten sus capacidades parentales.
El informe pericial de guarda y custodia, tiene como requisito la valoración de todo el grupo familiar, es decir, ambos progenitores y menores. En el caso de que la otra parte no quiera participar en la evaluación, se puede optar por un informe pericial que acrediten sus capacidades parentales.
El informe pericial de guarda y custodia, tiene como requisito la valoración de todo el grupo familiar, es decir, ambos progenitores y menores. En el caso de que la otra parte no quiera participar en la evaluación, se puede optar por un informe pericial que acrediten sus capacidades parentales.
En estas situaciones lo que se hace es un informe pericial sobre el estado mental y las capacidades parentales del progenitor interesado. Las conclusiones de este peritaje pueden demostrar en la sala de justicia que tiene las habilidades suficientes para satisfacer las necesidades y cuidados de sus hijos. De ahí reside su importancia, ya que puede ser un relevante medio de prueba que influya en las decisiones que se tomen sobre la guarda y custodia de los menores.
En ocasiones los profesionales que conforman los equipos psicosociales tienen demasiada carga de trabajo y ello provoca que no puedan dedicar el tiempo necesario a cada caso. En este caldo de cultivo no es inusual encontrar errores de diversa índole que pueden perjudicar a los intereses del peritado.
Si el informe ya ha sido emitido y consideras que contiene errores, estarías en tu derecho de impugnarlo. Para ello, tendríamos que realizar un estudio minucioso que nos permita saber si estás en lo cierto. Si es así, cabría la posibilidad de hacer un contrainforme, ya que proporcionaría nuevos argumentos testados y sólidos. El trabajo recogerá todos los errores teóricos y técnicos del informe del equipo psicosocial del juzgado. Demostrando ante el juzgador la debilidad de las conclusiones que se habían alcanzado.
Hay que ser muy cautelosos a la hora de catalogarlo como síndrome, debido a su inconsistencia científica. Lo que si puede darse en ocasiones en el contexto de las separaciones de pareja, es que uno de los progenitores haga una «campaña de desprestigio» de la otra parte. Este tipo de estrategias disfuncionales buscan influir en la percepción que tienen los menores del otro progenitor, pudiendo afectar gravemente a su relación. La dificultad reside en demostrar si las preferencias de los hijos son genuinas o, por el contrario, han sido manipuladas. Ello es sumamente importante, ya que sus deseos (dependiendo de ciertas variables como la madurez) pueden ser tomados en cuenta por el juez.
Demostrar este tipo de conductas negligentes requieren un examen exhaustivo. Para que un informe pericial psicológico sea de utilidad en este tipo de situaciones se debe tener acceso a la totalidad del núcleo familiar implicado, siendo esencial para ello la evaluación de los menores.
Lo más común en divorcios contenciosos (no existen acuerdos) es que la otra parte decida no prestarse para una evaluación psicológica de guarda y custodia, a no ser que el juez sea quién lo ordene.
En estas situaciones lo que se hace es un informe pericial sobre el estado mental y las capacidades parentales del progenitor interesado. Las conclusiones de este peritaje pueden demostrar en la sala de justicia que tiene las habilidades suficientes para satisfacer las necesidades y cuidados de sus hijos. De ahí reside su importancia, ya que puede ser un relevante medio de prueba que influya en las decisiones que se tomen sobre la guarda y custodia de los menores.
En estas situaciones lo que se hace es un informe pericial sobre el estado mental y las capacidades parentales del progenitor interesado. Las conclusiones de este peritaje pueden demostrar en la sala de justicia que tiene las habilidades suficientes para satisfacer las necesidades y cuidados de sus hijos. De ahí reside su importancia, ya que puede ser un relevante medio de prueba que influya en las decisiones que se tomen sobre la guarda y custodia de los menores.
En ocasiones los profesionales que conforman los equipos psicosociales tienen demasiada carga de trabajo y ello provoca que no puedan dedicar el tiempo necesario a cada caso. En este caldo de cultivo no es inusual encontrar errores de diversa índole que pueden perjudicar a los intereses del peritado.
Si el informe ya ha sido emitido y consideras que contiene errores, estarías en tu derecho de impugnarlo. Para ello, tendríamos que realizar un estudio minucioso que nos permita saber si estás en lo cierto. Si es así, cabría la posibilidad de hacer un contrainforme, ya que proporcionaría nuevos argumentos testados y sólidos. El trabajo recogerá todos los errores teóricos y técnicos del informe del equipo psicosocial del juzgado. Demostrando ante el juzgador la debilidad de las conclusiones que se habían alcanzado.
En ocasiones los profesionales que conforman los equipos psicosociales tienen demasiada carga de trabajo y ello provoca que no puedan dedicar el tiempo necesario a cada caso. En este caldo de cultivo no es inusual encontrar errores de diversa índole que pueden perjudicar a los intereses del peritado.
Si el informe ya ha sido emitido y consideras que contiene errores, estarías en tu derecho de impugnarlo. Para ello, tendríamos que realizar un estudio minucioso que nos permita saber si estás en lo cierto. Si es así, cabría la posibilidad de hacer un contrainforme, ya que proporcionaría nuevos argumentos testados y sólidos. El trabajo recogerá todos los errores teóricos y técnicos del informe del equipo psicosocial del juzgado. Demostrando ante el juzgador la debilidad de las conclusiones que se habían alcanzado.
Hay que ser muy cautelosos a la hora de catalogarlo como síndrome, debido a su inconsistencia científica. Lo que si puede darse en ocasiones en el contexto de las separaciones de pareja, es que uno de los progenitores haga una «campaña de desprestigio» de la otra parte. Este tipo de estrategias disfuncionales buscan influir en la percepción que tienen los menores del otro progenitor, pudiendo afectar gravemente a su relación. La dificultad reside en demostrar si las preferencias de los hijos son genuinas o, por el contrario, han sido manipuladas. Ello es sumamente importante, ya que sus deseos (dependiendo de ciertas variables como la madurez) pueden ser tomados en cuenta por el juez.
Demostrar este tipo de conductas negligentes requieren un examen exhaustivo. Para que un informe pericial psicológico sea de utilidad en este tipo de situaciones se debe tener acceso a la totalidad del núcleo familiar implicado, siendo esencial para ello la evaluación de los menores.
Hay que ser muy cautelosos a la hora de catalogarlo como síndrome, debido a su inconsistencia científica. Lo que si puede darse en ocasiones en el contexto de las separaciones de pareja, es que uno de los progenitores haga una «campaña de desprestigio» de la otra parte. Este tipo de estrategias disfuncionales buscan influir en la percepción que tienen los menores del otro progenitor, pudiendo afectar gravemente a su relación. La dificultad reside en demostrar si las preferencias de los hijos son genuinas o, por el contrario, han sido manipuladas. Ello es sumamente importante, ya que sus deseos (dependiendo de ciertas variables como la madurez) pueden ser tomados en cuenta por el juez.
Demostrar este tipo de conductas negligentes requieren un examen exhaustivo. Para que un informe pericial psicológico sea de utilidad en este tipo de situaciones se debe tener acceso a la totalidad del núcleo familiar implicado, siendo esencial para ello la evaluación de los menores.
En los procesos de adopción o tutela, la administración solicitará un informe psicológico que acredite si los adoptantes son idóneos para la guardia y custodia de menores. Por ello, una evaluación de las capacidades parentales y el estado mental ayudaría a decantar el éxito en el proceso adoptivo.
En los procesos de adopción o tutela, la administración solicitará un informe psicológico que acredite si los adoptantes son idóneos para la guardia y custodia de menores. Por ello, una evaluación de las capacidades parentales y el estado mental ayudaría a decantar el éxito en el proceso adoptivo.
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Información protección de datos Antonio Arana Fernández