NUNCA ES DEMASIADO TARDE PARA TENER UNA INFANCIA FELIZ

Otro servicio que podemos dar con la mayor de las garantías es la evaluación para el diagnóstico de psicopatologías o déficits en menores. Al igual que en una exploración con fines jurídicos, el proceso consta de varias fases entre entrevistas (menor, padres, profesores, etc.) y diversas pruebas psicométricas. Tras recabar toda la información posible la integramos en un informe que recogerá las principales conclusiones diagnósticas. Este podrá ser utilizado para cualquier trámite administrativo (becas, adaptaciones escolares, etc.).

Los servicios más demandados son la evaluación de las siguientes problemáticas:

–Trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH): Es la psicopatología del neurodesarrollo crónica más prevalente a nivel mundial. Sus principales síntomas son la inatención, hiperactividad e impulsividad. En ocasiones se confunde con déficit de adaptación que algunos menores sufren en su desarrollo. Por ello, su diagnóstico diferencial y precoz es importante para una adecuada planificación de tratamiento, ya que le va a permitir un ajuste adaptado a nivel familiar, escolar y social.

–Trastornos del espectro autista (TEA): Son un grupo de discapacidades del desarrollo que pueden provocar problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativos. Suele aparecer en la infancia y duran toda la vida. Sus síntomas más característicos son la afectación en la comunicación social y la presencia de patrones repetitivos y restrictivos de la conducta. A pesar de esta sintomatología tan característica, su diagnosis es compleja. Dado los problemas de adaptación que suelen darse en estos menores, el diagnóstico precoz y la implementación de estrategias funcionales son cruciales. 

–Dificultades del aprendizaje: Estas problemáticas pueden presentarse en los menores, afectando a su habilidad para adquirir, entender, organizar, almacenar o usar información. Ello no es sinónimo de un nivel de inteligencia bajo. Entre estos problemas están la dificultad para leer (Dislexia), escribir (disgrafía) y calcular (discalculia). Un diagnóstico temprano permitirá saber qué parcelas se han de apoyar para que su desempeño académico no se vea mermado.

Otra de las demandas que se suelen hacer relacionadas con la evaluación de menores son el diagnóstico de altas capacidades. Lejos de las creencias populares, esto no se basa en el resultado de una sola prueba, sino que consiste en la integración de información proporcionada mediante diferentes métodos y fuentes. La detección temprana en estos casos, al igual que lo comentado en las problemáticas anteriores, es de suma importancia, ya que los menores que son diagnosticados con altas capacidades suelen sufrir desajuste a todos los niveles (familiar, escolar, social). Para su adecuado desarrollo habrá que atender su faceta afectiva y emocional, al igual, que proveerles de entornos estimulantes y dinámicos.